A petición de uno de sus sobrinos, Sergio Larrain escribió una carta en 1982 que es una auténtica lección de fotografía.
Empieza así: "Lo primero de todo es tener una máquina que a uno le guste, la que
más le guste a uno, porque se trata de estar contento con el cuerpo, con
lo que uno tiene en las manos y el instrumento es clave para el que
hace un oficio, y que sea el mínimo, lo indispensable y nada más."
<<... poco a poco vas viendo lo que es bueno y la profundidad de cada cosa. >> Me gustó muchísimo la carta. Gracias por compartirla!
ResponderEliminarPor cierto que así visto, un fotógrafo es exactamente lo mismo que un poeta.
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