Una imagen de como ha quedado restaurada, y con iluminación, la cruz del caño San Juan, tras el aparatoso accidente que la arrastró más de 30 metros, después de tirar una farola.
Durante mi convalecencia en el pasado mes de enero, sin poder salir de casa, me costó trabajo mantener la cámara "quieta", y me entretuve con los tiradores de uno de los armarios de la cocina.
Siempre hay alguna cosa para poder fotografiar.
Abundancia de flores en primavera y alimento para cientos de insectos que aprovechan su maravilloso néctar y que ignoran que les "cazamos" con nuestra cámara, como es el caso en una flor de durillo.
